Balu fue abandonado al no servir como perro de peleas debido a su buen carácter. Es un perro muy sociable y juguetón, aunque también muy impulsivo. En casa es el perro más obediente del mundo, y no rompe ni destroza nada. Se lleva fenomenal con gatos y niños, y también con otros perros, no es dominante. Tiene leishmania, pero muy poca, en el límite inferior. El perro de la familia que lo tiene acogido no lo tolera, y ya le ha atacado varias veces, la última le causó una herida bastante fea en la cabeza por lo que su situación no es sostenible por más tiempo, necesita urgente una acogida u adopción.