Fue encontrada en la puerta de la casa de una mujer. Estaba muy delgada y con muchas heridas posiblemente causada por una escopeta de perdigones. Le pusieron agua y comida y al final, se quedaron con ella de acogida. Es una perra tranquila y muy noble, siempre pidiendo mimos a toda la gente a la que conoce de casa y poco a poco al resto de personas. Ahora es un poco asustadiza con desconocidos, pero cada vez menos. Sabe estar sola y no rompe nada, le gusta jugar y que la mimen. En los paseos va muy bien con correa, pero suelta solo quiere ir a buscar conejos o pájaros entre matorrales y no responde a la llamada.